Una amalgama de construcciones de diferentes épocas
conforman el Santuario : la iglesia, varios casales o salas de romeros, cuadras, bodega
y el camposanto. El conjunto presenta planta irregular distribuida en torno a
un patio central descubierto al que se accede por un zaguán.
Todo el edificio se cubría con losa de piedra –material
común en las construcciones del Sobrarbe- aunque hace unos años se sustituyó
por teja árabe.
Este lugar santo fue elevado a Santuario Diocesano en 1996.
Desde
aquí hasta su desembocadura junto a Barbastro, tres son los grandes santuarios
marianos emplazados a orillas del Vero: El Pueyo, en Barbastro, Dulcis, en Buera y éste de
la Nuez. Todos
ellos han desempeñado
un papel relevante en las vidas, devenires y religiosidad de los habitantes de
este territorio.
En todos ellos se entremezcla la realidad históricas con la leyenda lo que les confiera cierto halo de misterio. Pero eso lo dejamos para futuras entradas...
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