Enero es uno de los meses más fríos del año, pero los
rigores del invierno no impiden la celebración de fiestas, algunas en honor a
los llamados "santos barbudos".
Son muchos los pueblos del Parque Cultural del Río Vero que
se reúnen en torno a las hogueras:
se habla, se asa longaniza y carne convirtiendo este rito de fuego en auténtica
fiesta que anima las largas y frías noches de invierno. Así ocurre con las hogueras
de San Antón que dan calor a la fría noche del 17 de enero en numerosas
localidades donde se celebran.
Celebración de San Fabián en su ermita en Castillazuelo.
Los ritos en torno al fuego son los verdaderos protagonistas
del invierno; las hogueras son la base sobre la que se apoyan la mayoría de las
tradiciones y festividades en esta estación pues las tareas del campo exigen
menor dedicación. Famosas son las hogueras que permanecen ardiendo toda la
noche los días de San Sebastián, San Fabián y San Antón.
Por su parte, los llamados Santos Barbudos o "fogateros", San Antón (17 de
enero), San Sebastián (20 de enero), San Fabián (20 de enero), San Pablo (25 de
enero), San Vicente (27 de enero) y San Blas (3 de febrero), nos recuerdan la
necesidad de resguardarse del frío en esta época del año, dejándose la barba. El día va alargando
y como dice el refrán: “Pa San Antón, media hora más de sol",
(haciendo referencia al aumento de las horas solares). San Antón es el primero
de estos santos barbudos y en muchas poblaciones se aprovecha la celebración de
este santo para bendecir a los animales. En San Antón Alquézar está de fiesta,
al igual que Castillazuelo.
Hoguera de San Fabián en Buera.
El segundo de los santos son San Sebastián y San Fabián, y
el refrán "Pa San Sebastián, la
foguera gran” hace referencia a las numerosas hogueras que se encienden en
estas fechas: Pozán de Vero,
Adahuesca, Alquézar, Radiquero, Huerta de Vero y Buera.