lunes, 27 de abril de 2020

RUTAS PARA DESPUÉS DE LA CUARENTENA.

RUTA BUERA-ERMITA DE DULCIS 
Para realizar la ruta que os proponemos hoy, en cuanto podamos volver a salir, nos tenemos que acercar hasta Buera.
El recorrido parte de la calle Mayor, situada a la entrada de la localidad, y en apenas 2 kilómetros, entre campos de almendros, cereal, viñedos y monte bajo, llegaremos a la ermita de Dulcis.
La vuelta la haremos por el mismo camino. No ofrece ninguna dificultad, así que es muy apropiado para hacerlo con niños. Pero antes de comenzar, es recomendable acercarse al Torno de Buera, en el interior del pueblo, donde además de hacer una visita, podremos pedir la llave de la ermita. 
A lo largo del itinerario existen varios paneles interpretativos, en los que tendremos información de los diferentes elementos de interés.
En primer lugar se atraviesa el Llano de San Juan y en poco tiempo encontraremos la ermita de San Juan Bautista. Desde allí parte el camino que conduce, en tan solo 5 minutos, al magnífico Pozo de Nieve de "Os Moros". Se denomina así porque como todas aquellas construcciones cuyo origen se pierde en la memoria, su construcción se atribuye a los "moros", que representan en nuestro imaginario colectivo un pasado remoto. Se trata de una obra de planta circular y grandes dimensiones, cubierta con una hermosa cúpula totalmente construida en piedra y semienterrada a un nivel inferior al del suelo.
Se utilizó para almacenar y conservar la nieve y el hielo que se recogían en los alrededores, para utilizarlos después en la conservación de los alimentos y para usos terapéuticos (contra las fiebres, para rebajar las inflamaciones en las fracturas...).
Regresaremos a la ermita de San Juan para proseguir la ruta que conduce al Santuario de Nuestra Señora de Dulcis, situado en un paraje de gran belleza, donde según la tradición popular se apareció la Virgen sobre un panal de miel, de ahí su nombre.
Dulcis fue un gran conjunto del que nos han llegado la iglesia, unos arcos y la cisterna correspondientes al casal.
El templo del s. XVII sustituye al anterior románico. No hay nada en el austero exterior de la iglesia, que permita imaginar la riqueza de la decoración que se encuentra dentro. Éste es un rasgo característico del barroco aragonés.
El interior se estructura en torno a una sola nave, cubierta con bóveda de lunetos, de la que parten dos capillas laterales, y testero recto. Destacan las yeserías de influencia mudéjar que decoran la bóveda central y las capillas con varios motivos de gran complejidad: lazos, rosetas, medallones…
A la Virgen de Dulcis se le atribuyen virtudes de protección frente a enfermedades de garganta y según la tradición, untar la lengua de los niños pequeños con aceite de la lámpara que arde junto al altar, les concede facilidad de palabra.
Dulcis pronto se convirtió en el principal centro romero del curso medio del río Vero, y aquí acudían los peregrinos para pedir los favores de la Virgen, que obraba milagros en cuantos se encomendaban a ella. Hoy esta tradición sigue viva y el segundo domingo de mayo, los vecinos de Buera, Huerta de Vero, Alquézar, San Pelegrín, Radiquero, Asque y Colungo siguen acudiendo aquí en romería para venerar la imagen de Nuestra Señora de Dulcis.
Pero al final del camino no solo tenemos el Santuario. En su entorno se encuentra el Bosque de los Olivos, museo vivo al aire libre donde se pueden observar las 20 variedades distintas de olivos que existen en el Somontano. Junto a cada árbol, un pequeño pie explica sus peculiaridades. 
Muy cerca también se puede ver el Reloj de Sol de los olivos, un curioso reloj horizontal único en el mundo donde la sombra del mástil refleja la hora solar al pie de cada uno de los 13 olivos que lo forman.