Llega Todos los Santos,
festividad en la que el recuerdo a
nuestros seres queridos que ya no están se entreteje con rituales y creencias
ancestrales.
Algunas localidades del entorno
del Río Vero ( Radiquero, Adahuesca, Colungo, Castillazuelo, Sta. María de
Dulcis, etc..), como antaño otras en Aragón y en el norte de España, celebran, en el tránsito del día 1 al 2, la
Noche de las Ánimas, con diversos rituales que en origen buscaban contactar con
el más allá.
Uno de los más característicos es
la preparación de calaveras, vaciando
calabazas, practicándoles ojos y boca, y que se iluminan con una vela
en su interior. Estas calabazas se
cultivaban en los huertos y eran de tipología alargada. Las calaveras se
depositan en diferentes lugares del
pueblo ( en las ventanas de las casas, en las esquinas y calles) y en algunos casos se procesiona hasta el
cementerio, buscando que las almas
perdidas (las almetas) puedan encontrar su camino y descansar, mientras los
totones guardan el cementerio ( ¿ quién de niño no oyó aquello de “ va a venir
el totón y se te llevará”…?).
Esta es una de las numerosas
prácticas y leyendas asociadas a la noche de difuntos, una noche llena de
misterio que impregna nuestras raíces culturales, y que en muchos lugares se
perdió o se ha mantenido de forma testimonial.
Desde hace unos años, en
Radiquero, la Asociación
O Coronazo, ha revitalizado esta tradición abriendo al
público la posibilidad de participar, con un programa completo, que incluye
diversas actividades.
Si quieres vivir nuestra
tradición aragonesa, y además pasarlo bien, el día 1 de Noviembre en Radiquero, tienes una cita.
( para saber más entra en: www.radiquero.com)